martes, 21 de marzo de 2017

El poder de los museadores



Los museadores tienen un inmenso poder. Tienen capacidad para detener el país. Si quisieran echar un pulso al Estado, sólo los dioses saben lo que podría suceder. Seguro que el Gobierno convocaría un Gabinete de Crisis y quizá el ejército se prepararía para ocupar el puesto de los museadores de forma temporal evitando así el desastre, como cuando aquella huelga de los controladores.

Los museadores tienen gran capacidad de movilización y generan adhesiones y simpatías por doquier, y si comenzaran una marcha, allá que saldría todo el mundo a la calle para mostrarles su apoyo, como en aquella marcha de los mineros.

Los museadores descargan toneladas y toneladas de cultura en las cabezas de la gente que se acerca a los museos. Por sus manos pasan conocimientos por valor de millones y millones de euros, tantos como varias veces el PIB nacional, y si quisieran protestar por su situación laboral, todos los partidos políticos de la oposición se pondrían camisetas de apoyo a los museadores, prestarían más atención a los museos y a la cultura, levantarían el puño y aplaudirían en el Congreso tras aprobar mejoras legislativas para el sector, como hicieron con los estibadores y el sector de la estiba. 'Los museadores y el sector de los museos', suena imponente, ¿eh?

Nada de lo que he dicho al respecto de los trabajadores de museos es cierto, entre otras cosas porque falta unidad y porque falta quizá también un nombre imponente y con solera, con esa pátina de lucha obrera que aporta la sonoridad de una palabra como 'museadores'. Pero sobre todo, falta reconocimiento propio y ajeno, falta interés político por la cultura y por el patrimonio... Falta el "show me the money". Las reivindicaciones sociales en favor de la cultura, ¿dónde se incluyen? ¿En qué marea? No sabemos dónde meterlas, del mismo modo que los políticos colocan a la cultura en un ministerio u otro según les da el aire.

"Cultura", ese enorme cajón dentro del cual sólo alzan la voz los del cine y los de la música para hablar de lo suyo, porque pueden y porque tienen la fama y los micrófonos. ¿Quién alza la voz por los trabajadores de los museos? ¿Quién defiende a los museadores? Podríamos decirlo en femenino, 'museadoras', porque aun careciendo de estadísticas, la experiencia me dice que hay más mujeres que hombres trabajando en los museos. Doble reto.

Museos privados y públicos; museos del Estado, de la iglesia, de asociaciones y colectivos, museos autonómicos, municipales; museos grandes y pequeños. Museos que tratan de adaptarse a los nuevos tiempos, que generan ideas y reflexión, que se abren, que organizan actividades, que se llenan de niñas y niños cada día.

Y todo eso gracias al esfuerzo de unos cuantos funcionarios con responsabilidad directa, y al empuje de la tropa, al esfuerzo de sus trabajadores de base, de los museadores: personas formadas y cualificadas en idiomas y con másteres y títulos universitarios, huérfanas del apoyo sindical y político, que quedan al albur de distintas legislaciones y de diferentes administraciones. Estas personas son pioneras en la temporalidad y la inestabilidad antes de que esos conceptos llenaran los periódicos. Mañana saldrá el sol y los museos seguirán abiertos... ¡Qué bonicos los museos! Hasta que los museadores se levanten y decidan paralizar el país.



Crisis de valores y de sistema.