lunes, 2 de junio de 2014

Queridos museos: ¡Hasta otra!

Me guste más o me guste menos, no creo que el refranero le haya hecho mal a la filosofía ni que los libros de autoayuda hayan menguado el respeto que le debemos a la psicología. Como en todo, hay de todo: hay refranes que reflejan tópicos o tradiciones absurdas y perniciosas, y frases y libros de autoayuda que son una castaña pilonga; hay miles de frases-chorra de Churchill y de otros personajes circulando por la red junto a fotos con los caretos de sus autores, y otras frases positivas, amorosas y optimistas junto a dibujos de Snoopy o Mafalda, rodeados de corazones y de globos de colores. Sin embargo, en todo ese maremagno a veces nos topamos con grandes verdades, muy sencillas y en muchas ocasiones bastante obvias que se nos suelen pasar por alto.

Este rollo lo digo porque voy a perder (o a dejar; los matices existen) mi empleo, y desde que me enteré (o lo decidí) he pensado, y he repetido, y he interiorizado muchas de esas frases e ideas: Que cuando una puerta se cierra, otra se abre; que no hay mal que por bien no venga; que la crisis es una oportunidad para mejorar… He recordado también aquel episodio de Friends en el que Joey y Chandler le dicen a Rachel que, si de verdad quiere cumplir su sueño y trabajar en el mundo de la moda, lo que debe hacer es dejar su trabajo de camarera y experimentar “el miedo”; le dicen que la comodidad de algo seguro te hace olvidar tu objetivo inicial, mientras que “el miedo” te obliga a lanzarte en su búsqueda. He pensado que la necesidad agudiza el ingenio, y por supuesto, que hay cosas peores que perder el empleo. En este mismo año 2014 se ha ido otro amigo, y por eso tengo muy presente que seguir vivo y disfrutar del cariño de tus seres queridos es lo más grande. No me digo todas estas cosas para convencerme. Me las digo porque son verdad y porque jode que a veces se olviden. Por prudencia, evitaré explicar aquí y ahora las causas que han provocado mi inminente situación laboral y la manera en la que se han desarrollado los acontecimientos. Ahora sólo diré que se acaba una etapa y que va a empezar otra “sin solución de continuidad”. Voy a seguir activo y reactivo y voy a emprender una aventura en solitario: Sawar Murcia, mi medio digital. Y voy cargado de ilusión.

Por último aprovecharé para dar las gracias a todos los compañeros que he tenido en estos más de diez años de trabajo en los museos de Murcia (he rulado por casi todos, ya fueran autonómicos o municipales): tanto los buenos compañeros como los no tan buenos me enseñaron cosas. Unos me enseñaron a ser mejor profesional, a explicar y a expresarme mejor, a conocer la historia y el arte de esta ciudad… En otros descubrí bondad, compañerismo… Con la mayoría de ellos me partí de risa, porque sin dejar de hacer el trabajo bien y de ser “serio” y formal, para mí es muy, muy importante tener sentido del humor y reírse en el trabajo (ese lugar donde pasamos la mayor parte del día). También doy las gracias a las dos empresas para las que he prestado mis servicios como guía de museos: a la extinta Alquibla, que me dio la oportunidad de empezar y que además lo hizo en un momento en el que necesitaba este trabajo como agua de mayo (trabajar en hoteles me estaba convirtiendo en un espectro de la noche); y a Aldaba, que me dio la oportunidad de continuar como guía en otro momento delicado, y que además me facilitó siempre que pudo la conciliación de la vida familiar y laboral. En estos años he intentado devolvérselo desempeñando mi trabajo lo mejor que pude. En cualquier caso, a todos (compañeros guías, y compañeros de seguridad, y compañeros de limpieza, y compañeros de cafetería… Todos fueron compañeros de museo), les digo: ¡Muchas gracias y buena suerte!


Postdata: ¿Quién me iba a decir que el rey Juan Carlos y un servidor dejaríamos nuestros trabajos el mismo día? Cosas de la vida.
Autorretrato en mi último día de curro.

1 comentario:

  1. El mundo del periodismo gana una persona mas entregada (por tiempo) y el de los museos pierde un trabajador inmenso. Te deseo lo mejor, hoy y siempre. Cuanta conmigo para ayudarte en lo que este en mi mano. Mil besos

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Crisis de valores y de sistema.